El destino de nuestras almas
es alcanzar la felicidad,
no sé si en esta vida la deidad
dará a nuestro espíritu el karma.

Me reflejo dentro de ti,
capto el deseo que surge,
irreprimible,
como un tren que corre hacia la locura.

Sentimiento ya vivido por los dos
Puede que sea déjà vu,
paramnesia de este sin vivir
que nos aleja…y nos atrae al amor.

Sorbo el momento
en sábanas que se mojan de pecado
y estamos ahí, para satisfacer cada deseo,
como almas necesitadas.

En esta fuerza que armoniza y dinamiza
como si ya no hubiese otra oportunidad
para nuestras almas perdidas
no sé, si es bueno seguir unidos ¡Solo…dejarnos llevar!

Me ahogo en el dulce hueco
y el éxtasis nos viste
almas perdidas
dentro de un paraíso teñido de pasión.

© Araceli García Martín & Greg D.