
¡Hoy te soñé! en medio de la noche. He soñado contigo esta noche calurosa de agosto, sí.
Y a intermitencias y en el duermevela del amanecer, la imagen de tu rostro se me ha mostrado en todo momento fiel a tu verdadero aspecto físico que yo recordaba de ti.
El sueño fue la representación de un encuentro casual, inesperado, pero casi tan real que hasta estuve cerca de poder tocarte y tomarte de la mano.
Era un pueblo con mar, como el de la vieja canción; y el azar había querido que aquel año ambos veraneásemos en él pero sin saberlo el uno del otro.
Había atardecido ya y el sol estaba a punto de ocultarse al fondo del paseo entre algunas palmeras y una masa de edificios de apartamentos de diferentes alturas.
Pasamos uno al lado del otro y, de pronto, impulsados por algo inesperado, nuestras miradas se cruzaron durante unos instantes, justo el tiempo suficiente para reconocernos; a pesar de ir ambos con mascarilla y gafas de sol.
El shock que recibimos ambos así de golpe, se tradujo en varios signos de incredulidad que pronto cambiaron para convertirse en una muy grata e inesperada sorpresa.
Tras los primeros intercambios de palabras mientras nos mirábamos fijamente a los ojos, algo nos dijo que teníamos muchas cosas que decirnos tras haber pasado algún tiempo sin vernos y decidimos que debíamos seguir el paseo, pero ya juntos.
Y era tal la nitidez del sueño, que hasta percibí que tu rostro gozaba de un dorado de mar como sólo aquel lugar en el que nos encontrábamos era capaz de proporcionar.
Entretanto, el sueño progresaba y lo siguiente que recuerdo es estar sentados juntos a la orilla del mar, sintiendo cómo las olas rompían a nuestros pies y nuestros labios y nuestras bocas no paraban de besarse, con la luna iluminando la escena desde su privilegiada posición.
No recuerdo el tiempo que pudimos pasar allí al lado del mar, pero cuando desperté la luz del amanecer irrumpía con fuerza ya en el interior de la habitación.
© J. Javier Terán.
Hola J Javier, así es me gusta tu forma de escribir con el corazón. y es verdad anoche estaba cansada tenia que dormir, pero esta sacudida fue digamos para suavizar algo especial , te cuento que aquí estamos acostumbrados a los movimientos sísmicos y convivimos con ellos, pero sentir un gran ruido bajo tus pues algo así como un trueno un zumbido fuerte y las puertas crujen, las lamparas bailan, las cristaleras parecen ondular , y más que nada, que estaba rejada después de darme una ducha fría, intentando tomar el sueño cuando la cama se puso a ondular bajo el cuerpo. y al dar el salto de la cama unos segundos más debajo de ella ja ja ja …. puf ahora me rio , pero fue alli acto reflejo, hacía tiempo que no sabía de este acto de meterme bajo la cama. ja ja ja creo desde la infancia. y al intentar salir de nuevo comenzó a bailar. Pues según los datos fue uno de los mayores terremotos sentidos en Granada desde los 80: Gracias a Dios solo ha dejado algunos desperfectos en fachadas aunque como ya te he contado estuvimos así «con el susto en el cuerpo»
Los temblores de la noche del jueves han dejado algunos desperfectos, como la caída parcial del muro de una vivienda en Santa Fe o grietas en casas de Cijuela Pues las noticias del IDEAL de Granada La provincia tiembla con dos seísmos de 4,5 y 3,1 grados registrados en solo dos minutos… Lo demás te lo he contado de mi propia pluma. buen fin de semana.
Gracias a ti por ser y estar.
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Jopé, Araceli, menuda aventura de pronto… Claro que cuando ocurre y presa por lo inesperado del suceso, uno no sabe muy bien qué hacer; de ahí la reacción que me cuentas. Menos mal que no pasó a mayores… Abrazos!.
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Cuanta belleza J Javier, el romántico reencuentro aunque sea en sueños, ocurre que la mente en La fase REM juega así .es cuando ocurre se tenga hasta olores que hace años no llegaba.
Tu sueño me ha encantado tienes una sensibilidad especial para describir.
Por aquí no he podido descansar, el calor en la noche y los terremotos casi a la media noche nos ha mantenido con un ojo abierto y otro cerrado
Muchas Gracias y feliz viernes … 😉
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Muchas gracias, Araceli, por tus palabras, siempre tan cerca de mis relatos. Leí en la prensa lo de los terremotos que dices, qué susto habrá sido, no?, además la intensidad sí ha sido considerable. Pues que no continúen más. Y bueno el calor, que merme un poco, desde luego. Abrazos!.
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