Sin irme, me muero
aún si me voy, te avisaré
evitando desencuentros,
encontraré desprecios.

Envueltas las vueltas,
a escondidas los retrasos
seguidillas de engaños,
serpentinas sueltas
tapaderas de andamio,
encrucijadas atravesadas
salientes entre yesos blancos.

La Riba, se alejó
sin madurar los embrollos
gastaron sus atropellos,
molestando sin compasión
retorciendo los cuentos ampliados.

Sacapuntas troquelados,
enderezar lo imposible
no se puede, ni de asomo
cinturones que bailan
por encima de cabezas alborotadoras,
saltan chispas y renglones quemados.

Cuando el esfuerzo es agradecido,
todo lo consecuente, es válido.

Mientras las mentiras se descuelgan gratis,
los momentos fáciles
buscan un lugar, para la maldad.

Puede, ser sencillo el camino
más las aventuras
vuelvénse extremas y distantes,
cambiando los sentidos.

Voy saliendo y marchando,
cuando quise avanzar
en medio, me encontré
lápices y cajas, mirando espacios
querían venirse conmigo,
al final lo consiguieron
y me encontré un mundo inhóspito nuevo,
lleno de agujeros y trozos de sentir
es el miedo de los día que vendrán,
el no saber qué hacer y quizás olvidar.

Palencia, domingo 22 junio 2014.
Poema nº. 43/2014
©Mía Pemán