SUSURRÁNDOTE

Susurrarme al oído que el silencio
Sigue encendiendo nuestras horas
Como mariposas bailando desnudas
el vals de todas las locuras.

En este agitado mar una palabra dulce
despierta deseos sin vuelta atrás
la piel sonriente al recitar la suave brisa

Sueña con mis sueños a flor de piel
Sueña que la libertad se escribe sin palabras
Dime despacio fijando tus ojos en mi mirada
Ese te amo, ese que solo a mí me pertenece.

Eres mi poesía rara
entre el nido de paz
que danza en los colores del arco iris
dibujando los te amo deseados.

Dime qué la tristeza es un beso
Que alimenta la pasión, que enciende luces
Que un abrazo nos lleva al cosmos donde
somos dueños de nosotros mismos…

El corazón se sobresalta mientras
concentrado en el nuevo manuscrito
sacio estaré, leyendo
infinita dulzura en los pétalos de arcilla,
un rio de miel me susurra de ti.

Dime amor si no te importa
Que me vas a inmortalizar en tu corazón
Para que la melancolía se asuste de nuestro amor y me abandone.

En la penumbra de tu habitación
desnuda floreces en flor la luna
bajos las sábanas de pétalos de rosa se esculpen formas.

Dime susurrando muy despacio
Tan solo que me amas en cuerpo y alma
Que el silencio son las sonrisas
Que desnudamos en nuestra piel.

A la cosecha de los sentidos
“y desnudo el deseo en la mirada”
prendido de un respiro solido,
vulnerablemente encendido,
umbral del placer que quema nuestra piel.

© María Luisa Blanco & Greg D.