caminaba por jardines y
glorietas, celindas, lilas y rosas,
madreselvas trepar.
Que despertar mas intenso
en un pequeño paraíso
protegidos por altas tapias
siendo tu solo el dueño.
¡Hoy no sé!
culpo hasta las rosas,
porque me cedieron el paso ,
sabiendo que sus espinas
podían haberlo impedido.
¿Y tu´?torre de la vela…
centinela de los carmenes
no proteges a tus gacelas
como asistes en palacios árabes.
¿Será el perfume?
el tenue candor del agua
tu quedaste dormido
dejándome salir de un rico nido.
Que bueno es despertar
rodeada de jazmines y azahar,
¡Hay!, carmen de mi granada…
nunca debí abandonar,
al no tener a tus tapias, que poca seguridad.
Dentro del recinto, cuya
melancolía, belleza impresionaba
profundamente,
cuyo silencio eterno agrada
y sobre coge a la vez
diriase por sus tapias, como valladar
inaccesible me separaban del mundo
tan notable es el contraste
donde hoy me encuentro
que ha veces sueño, contigo sueño
¡Hay! carmen de mi Granada cuanto te añoro y recuerdo
© Matilde Folgoso Bravo –1992