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Rincones de mis decires
en mi cantares, pasión,
que guardo en el corazón
Granada de mis sentires.
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Cuanto más lejos… estoy
mucho más cerca te siento
y embargas mi sentimiento,
cuando soñando-te, voy.
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Sueño la fronda tupida
que verde visten Alhambra,
y los sones de una zambra
en mi recuerdo dormida.
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Tranquilo asciendo el paseo
desde plaza… Santa Ana
y una esplendida mañana
va embriagando mi garbeo.
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Junto al Darro y su ribera,
transitan mis emociones,
absorto en los torreones
de la Alhambra por cimera.
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Bajan las aguas risueñas
y tranquilas serpentean,
cuando alegres juguetean
con las plantas ribereñas.
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Sigo el paseo empedrado
al son de unas chirimías
dándonos los buenos días
en este sitio embrujado.
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Sentado en la barandilla
besado de esta frescura,
despiertas… en la locura
de esta enorme maravilla.
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Por la derecha descienden
desde arriba del Alhambra,
verde y tupida una zambra
que los corazones prenden.
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Todo un sueño de paisaje
que compartir con amigos,
ensanchando los testigos
de este entorno de linaje.
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Y ese Albaicín encantado
con su esplendor y solera,
ahuyentando la quimera
del Nazarí… enamorado.
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Brota del bosque fecundo
el canto de un verderón,
mientras que mirlo, ligón
rompe con trino profundo.
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Los cantos en la espesura
desperezan… al jilguero
que con trinar retrechero
da su nota de hermosura.
–
Las glorietas enamoran
nuestro ameno departir,
dando sosiego al sentir,
que los paisanos adoran.
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Por ello en la lejanía
tu recuerdo me embelesa
incendiando esa pavesa
que late en el alma mía.
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Autor: José Salas Salas
Barcelona 07-02-14 (Es)
Foto: De mi colección