De volar sueños ya vuelvo

pues mis pies de tierra son,

ya no busco una canción

y nada en mi voz resuelvo.

Batallando en imposibles

abandono mi armadura:

nunca perdí la cordura

en mis huellas más legibles.

No lamento la derrota,

sí me asusta la tristeza

de no saber con certeza

por qué el silencio me agota.

Tengo los bolsillos llenos

de titánicas paciencias

que guardaron mil ausencias

en mis versos más serenos.

Y en las palabras me quemo

y deseo esta ignorancia

que me deja en la distancia,

ausente de cuanto temo.

De volar sueños ya vuelvo

y en mi camino cansado

-sin parar en lo sembrado-

de mis errores me absuelvo.

© Mª Yolanda Gracia López