Corrí viendo que el amor iba con el viento
Me apresuré  buscando en mi pensamiento
Atravesé caminos polvorientos
Puentes desconocidos, campos llenos de trigos.
El farol no alumbraba y las noches se hacían tediosas
Solo viendo las estancias más desoladas y estrechas…
El corazón desbordado, callaba en silencio,
en la casa el sillón aguardaba, donde tuve que descansar,
¡Maldito sillón que sólo esperas de mí que venga la muerte!
¿Pero dónde estaba el amor que tanto buscaba?,
Los vientos válidos en el aire flotaban,
¡Solo sentía la soledad del alma!
Los besos mentirosos que no tenían sonido..
Las trompetas de la juventud nunca traspasaron mis oídos.
El amor contenido se desbordo con los años,
Lanzando al viento repartiendo entre trigales..
Con las raíces que emanaban..
¡El sillón!, no pudo que el amor muriese.

© Matilde Folgoso Bravo